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Testimonio de una niña refugiada

Para este proyecto de ayuda y colaboración con el pueblo Saharaui nos hemos unidos cuatro futuras higienistas dentales (Thalía González, Ainhoa Sanz, Adina Cheptrosu y Bouba Abdelhay) para poder llevar nuestra labor a ese hermano país, que a pesar de las hostilidades en las que viven sometidos, siguen mirando de cara al futuro por un mejor porvenir. Tenemos la suerte de contar con una de nuestras compañeras que ha vivido en carne propia el día a día de los campamentos de refugiados saharauis, y hoy, nos da su testimonio de cómo fue su experiencia allí y el cambio que notó al venir a vivir a España. 

Bouba Abdelhay

Hola, soy Bouba Abdelhay Alein, del Sáhara Occidental y me gustaría compartir con ustedes el giro que ha dado mi vida al llegar a España y ser una niña refugiada.


Nací en una tienda de campaña en los campamentos saharauis de Tinduf, ahí no contábamos con las necesidades básicas para vivir (agua potable,luz, sanidad...) y mucho menos con atracciones infantiles como parques, juguetes, piscina; pero a pesar de todo, no perdíamos la sonrisa.


Con tan solo 6 añitos mi vida cambió cuando crucé la frontera y llegué a Cullar Baza, Granada. Veía agua por todas partes, grifos chorreando, piscinas, playa, váter con asiento, bañera, luz con solo presionar un botón, abundante comida en la nevera, tenía juguetes y una tv para ver los dibujos; en fín, todo totalmente nuevo.


Actualmente estoy viviendo en un pueblo en el País Vasco, Aretxabaleta (Guipúzcoa) y ya tengo 21 años. Me gusta mucho el mundo de la sanidad y poco a poco voy entrando en él, por lo que voy cumpliendo mis objetivos poco a poco, y saben ¿por qué? porque soy una mujer saharaui, que nunca ha olvidado sus raíces y que siempre mantiene presente las necesidades de su pueblo. Ahora me toca hacer una labor humanitaria, para que la gente de mi tierra pueda poco a poco disfrutar de las cosas que yo he podido disfrutar, y siempre que se me de la oportunidad ahí estaré para ellos.

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